¿CÓMO PUEDO SER SALVO?

 

orando

El Espíritu de Dios habita sólo en aquellos que, por gracia, han puesto su fe en la muerte sustitutiva del Señor Jesucristo. Ellos son salvos por gracia por medio de la fe.

Todos los versos citados en este artículo se encuentran en el Nuevo Testamento. Léelos con atención por un momento:

Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Ef. 2:8–9).

Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios (Jn. 3:3).

Dios dice que nuestros pecados nos han separado de Él. Dios es santo y justo. Su santidad le hace odiar el pecado. Su justicia le demanda castigar el pecado. La paga o el castigo del pecado es muerte (Rom. 6:23). Para Dios, tolerar el pecado sin requerir el castigo apropiado sería una violación de su justicia.

Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron (Rom. 5:12).

Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Rom. 6:23).

Porque escrito está: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO (1 Pedro 1:16).

Trata de verlo de esta manera: ¿Considerarías justo a un juez si, por parcialidad para con un asesino convicto, lo sentenciara sólo a 30 días en la cárcel en lugar de la sentencia mínima requerida por la ley? ¿Se le debería permitir a ese juez injusto sentarse en la banca de la corte? ¿Qué acerca de Dios? ¿Debería Dios, “el juez de toda la tierra,” simplemente no castigar a los pecadores que transgreden su ley? ¡Por supuesto que no! Si Dios eximiera a los hombres y mujeres pecadores sin demandar que paguen al menos la pena mínima por sus crímenes, esto lo volvería injusto. La sentencia mínima para el pecado de acuerdo a la Biblia es la muerte. Dicho simplemente: Dios tiene que castigar el pecado porque Su justicia se lo requiere.

Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio (Heb. 9:27).

El Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio (2 Pedro 2:9).

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda: el lago de fuego (Ap. 20:11–14).

Por otro lado, Dios es amoroso y misericordioso. Él “es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” ¿Cómo puede entonces Dios perdonar a los pecadores en amor y misericordia cuando su justicia requiere que los castigue por sus pecados?” ¡La respuesta es encontrar un sustituto!

Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de Él, tal como vosotros mismos sabéis, a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis en una cruz por manos de impíos y le matasteis, a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que era imposible que Él quedara bajo el dominio de ella (Hechos 2:22–24).

Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras (1 Cor. 15:3).

Si Dios pudiera encontrar a alguien que estuviese dispuesto a pagar el precio por la pena del pecado y que no tuviese que morir por su propio pecado, entonces Él podría castigar al sustituto en lugar del pecador. ¿Pero quién es sin pecado? Sólo Dios. Así que Dios, en Su amor y misericordia, se hizo hombre en la persona de Jesucristo (Fil. 2:7), vivió una vida sin pecado y luego murió en la cruz como sustituto por los pecadores que eran incapaces de redimirse a sí mismos. Luego, después de ser sepultado se levantó de entre los muertos y al hacerlo demostró Su poder sobre la muerte.

Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu (1 Pedro 3:18).

El mismo poder de la resurrección está disponible para aquellos que creen verdaderamente en el evangelio de la gracia de Dios. Para los que creen, el evangelio no es sólo poder sobre la muerte, sino también sobre el pecado – el mismo pecado que nos esclaviza y por el cual Cristo murió para salvarnos de él. Como ves, es sólo cuando alguien se convierte en cristiano que el Espíritu Santo habita en él dándole el poder para cambiar y obedecer a Dios.

¿Eres cristiano? ¿Qué te impide serlo? Oye de nuevo las buenas nuevas que son proclamadas a ti y a todos los que escuchan:

Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación … porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO (Rom. 10:9–10, 13).

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna … El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él (Juan 3:16–36).

 

Con muy pequeños cambios, este artículo ha sido tomado de: Priolo, L. (2012). El marido integral: Guía práctica para ser un esposo bíblico. Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia. Recomendamos la lectura íntegra del libro para los esposos cristianos.

1 Comment

  • Juan Baeza Acuña.
    Posted 31 agosto, 2016 08:43

    Un mensaje muy Claro.Y si es Verdad .Cristo murio por mi por eso le sirvo..Porque a mi tambien .Dios me miro con Amor y Misericordia ,no habiendo merito Alguno en mi.

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