La primera carta del apóstol Pedro es una carta profunda, pero también muy práctica. Especialmente en el area del caminar cotidiano de los hijos de Dios. Hoy les animo a que revisemos una lista de peligros que debemos evitar en nuestra vida cristiana.
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de caer en deseos carnales que batallan contra el alma, 1 Pedro 2:11. “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de despreciar equivocadamente las leyes y la autoridad humana, 1 Pedro 2:13. “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior”
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de que nuestro supremo llamamiento nos incite equivocadamente a desatender nuestras obligaciones humildes hacia nuestros empleadores o jefes humanos, 1 Pedro 2:18. “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar”
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de pecar, 1 Pedro 2:20. “Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.”
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de que nuestras oraciones sean estorbadas, 1 Pedro 3:7. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
- Los hijos de Dios corremos el riesgo de car en pecados muy graves graves, 1 Pedro 4:15. “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno”
- Los hijos de Dios, especialmente los más jóvenes, corremos el riesgo de ignorar la voluntad y autoridad de los creyentes ancianos, 1 Pedro 5:5. “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”
¿Estás lidiando con alguno de estos peligros? No estás solo. El Señor nos acompaña y nos fortalece para salir victoriosos.
1 Comment
adriana lopez
que bendicion este estudio gracias