Para realizar algún trámite, para viajar a otro país, para obtener alguna prestación financiera y casi para cualquier cosa, necesitamos un documento de identificación. Es como una llave que, al confirmar nuestra identidad, nos permite el acceso a diversos lugares.
Los cristianos genuinos hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Único Señor y Salvador personal. Y en virtud de ello, hemos recibimos una nueva identidad: ¡Mucho Mejor que la antigua! Y el documento de identificación que indica quiénes somos en Cristo, y nos da las orientaciones para acceder a lugares y privilegios antes impensados es la Biblia: la Bendita Palabra de Dios.
El apóstol Pedro nos da algunas características de nuestra nueva identidad en Cristo:
- Somos un linaje escogido, 1 Pedro 2:9.
- Somos un real sacerdocio, 1 Pedro 2:9.
- Somos un sacerdocio santo, 1 Pedro 2:5.
- Somos una nación santa, 1 Pedro 2:9.
- Somos un pueblo que es propiedad de Dios, 1 Pedro 2:9.
- Somos piedras vivas, 1 Pedro 2:5.
- Somos la casa de Dios, 1 Pedro 4:17.
- Somos una casa espiritual, 1 Pedro 2:5.
- Somos la grey de Dios, 1 Pedro 5:2.
- Somos hijos de obediencia, 1 Pedro 1:14.
- Somos participantes de los sufrimientos de Cristo, 1 Pedro 4:13.
- Somos participantes en la gloria que será revelada, 1 Pedro 5:1.
- Somos expatriados y forasteros, 1 Pedro 1:1.
- Somos ciudadanos del cielo, 1 Pedro 2:11
- Somos representantes de Cristo, 1 Pedro 4:16.
¿Para qué seguir viviendo como un perdido, si en Cristo nuestra vida y futuro son muchísimo mejores?
Toma hoy tu Biblia y descubre cuánto más puedes hacer con tu nueva identidad en Cristo.